Rockwell B-1 Lancer – Fotos y Videos

el Rockwell B-1 Lancer is a supersonic variable-sweep wing, heavy bomber used by the United States Air Force. It is commonly called the “Bone” (from “B-One”). It is one of three strategic bombers in the U.S. Air Force fleet as of 2018, the other two being the B-2 Spirit and the B-52 Stratofortress. The B-1 was first envisioned in the 1960s as a platform that would combine the Mach 2 speed of the B-58 Hustler with the range and payload of the B-52, and would ultimately replace both bombers. After a long series of studies, Rockwell International (now part of Boeing) won the design contest for what emerged as the B-1A. This version had a top speed of Mach 2.2 at high altitude and the capability of flying for long distances at Mach 0.85 at very low altitudes. The combination of the high cost of the aircraft, the introduction of the AGM-86 cruise missile that flew the same basic profile, and early work on the stealth bomber all significantly affected the need for the B-1. This led to the program being canceled in 1977, after the B-1A prototypes had been built.

Fuente: Rockwell B-1 Lancer en Wikipedia

El Rockwell B-1 Lancer es un bombardero pesado supersónico de ala variable utilizado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Comúnmente se le llama el "Hueso" (de "B-One"). Es uno de los tres bombarderos estratégicos de la flota de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos a partir de 2021, los otros dos son el B-2 Spirit y el B-52 Stratofortress.
El B-1 se concibió por primera vez en la década de 1960 como una plataforma que combinaría la velocidad Mach 2 del B-58 Hustler con el alcance y la carga útil del B-52, y estaba destinado a reemplazar a ambos bombarderos. Después de una larga serie de estudios, Rockwell International (ahora parte de Boeing) ganó el concurso de diseño para lo que surgió como el B-1A. Esta versión tenía una velocidad máxima de Mach 2.2 a gran altitud y la capacidad de volar largas distancias a Mach 0.85 a altitudes muy bajas. La combinación del alto costo de la aeronave, la introducción del misil de crucero AGM-86 que voló el mismo perfil básico y el trabajo inicial en el bombardero furtivo afectaron significativamente la necesidad del B-1. Esto llevó a que el programa fuera cancelado en 1977, después de que se hubieran construido los prototipos B-1A.
El programa se reinició en 1981, en gran parte como una medida provisional debido a retrasos en el programa de bombarderos furtivos B-2, con algunos cambios menores que redujeron la velocidad máxima a Mach 1.2 a gran altitud debido a cambios en el diseño de admisión, pero mejoraron el rendimiento a baja altitud. El B-1B entró en servicio en 1986 con el Comando Aéreo Estratégico (SAC) de la USAF como bombardero nuclear. A principios de la década de 1990, después de la Guerra del Golfo y simultáneamente con el desestablecimiento de SAC y su reasignación al recién formado Comando de Combate Aéreo (ACC), el B-1B se convirtió para uso de bombardeo convencional. Primero sirvió en combate durante la Operación Zorro del Desierto en 1998 y nuevamente durante la acción de la OTAN en Kosovo al año siguiente. El B-1B ha apoyado a las fuerzas militares estadounidenses y de la OTAN en Afganistán e Irak. El Lancer es el componente supersónico del Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
A partir de 2020, 62 B-1B están en servicio con cuatro alas de bombas bajo el Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea: La 7ª Ala de Bombas en la Base de la Fuerza Aérea Dyess, Texas; la 28ª Ala de Bombas en la Base de la Fuerza Aérea Ellsworth, Dakota del Sur; El 9º Escuadrón Expedicionario de Bombas en la Base Aérea Al Udeid, Qatar; y el 34º Escuadrón Expedicionario de Bombas en la Base de la Fuerza Aérea Andersen, Guam.